Angelo Negrini decidió en 1955 fundar su empresa en Renazzo di Cento, un pueblo a pocos kilómetros de Bolonia, la ciudad considerada la capital mundial de los embutidos. A partir del riguroso respeto de la tradición y del cuidado artesano, las tres generaciones de la familia Negrini han sabido proyectar la empresa hasta llegar a ser una referencia absoluta en la industria alimentaria italiana e internacional, distribuyendo sus productos en todo el mundo.